El sector NFTs está plagado de tendencias que de repente, se ponen de moda y levantan oleadas de pasiones entre los usuarios más activos. Esta vez ha sido el turno del popular tick de verificación muchas veces visto en redes sociales. Sigue leyendo y descubre como esta pequeña validación ha alborotado el ecosistema de tokens no fungibles.
Una colección que dispara las alertas en Opensea
En las últimas 24 horas, el marketplace de Opensea ha puesto de manifiesta el rotundo éxito de ventas que estaba teniendo la colección Checks V4, logrando vender más de 1200 ethers en ese corto periodo de tiempo. Esto ha supuesto superar en volumen a colecciones de renombre como Crypto Punk o Bored Ape.
En total, se traduce a más de 2 mil millones de dólares en tan solo un día. Esto adquiere un especial valor si observamos que ha sufrido una caída del 41% desde que alcanzó su pico máximo de ventas de 2000 ethers. Algo estaba ocurriendo.
Un éxito con mucho trasfondo
Checks es una colección de NFTs creada por el artista plástico Jack Butcher. Está formada por varios NFTs que cuentan con 80 símbolos de verificación que se asemejan al que utiliza Twitter en la actualidad. La colección se alberga en la cadena de bloques de Ethereum.
El mensaje que quiere transmitir el artista a través de su colección es la percepción que tienen las personas sobre aquellas que tienen un tick de verificación en alguna red social. De hecho, desde su inclusión en 2009, se ha percibido como una manera de demostrar tu notabilidad o tu peso en cuanto a tus opiniones o logros conseguidos.
Su objetivo es hacer que el usuario reflexione sobre esta premisa autoimpuesta en la era de internet. Asimismo, ha conseguido también que muchos se replanteen la forma de ver un NFT como si de una obra de arte se tratara, independientemente del status que podría proporcionar esa colección ante ojos de la sociedad.
El cambio de contexto de la marca de verificación
En un comienzo, la marca de verificación estaba únicamente reservada a personalidades muy influyentes como periodistas, deportistas, artistas y famosos. Sin embargo, con la llegada de Elon Musk a Twitter, esto adquirió un sentido diferente.
A partir de ahora, desde tan sólo 8$ al mes, cualquier persona que pueda permitírselo podrá tener acceso a la verificación y así alimentar su ego. Sin embargo, puede ser bastante útil para todos aquellos que hasta ahora no eran reconocidos como verificados, pero que recibían muchas suplantaciones de identidad. Esto sucede mucho en los reputados «cripto influencers».
De hecho, el pasado 3 de enero más de 16.000 personas compraron varios coleccionables al precio de 8 dólares cada uno. Hoy en día, hacerte con uno de ellos cuesta alrededor de 2,2 $ETH (aproximadamente 3.000 dólares). Algo más caro que los verificados de Twitter.
Una crítica final al mundo centralizado
Por último, esta colección mediante un tono de sátira ha querido dejar claro que la autenticidad de una obra de arte, el desarrollo de una idea y la catalogación de una pieza en la cultura de internet, se pueden verificar su procedencia gracias a fichas digitales y contratos inteligentes.
Además, todo se desarrolla en un ecosistema de descentralización a través de nodos que no se conocen entre sí. Todo lo contrario a lo que predomina hoy en día, en la que una autoridad central como Twitter es la que tiene la última palabra.