El metaverso va a ser un espacio dónde se desarrolle gran parte de nuestra vida digital. Sin duda, supondrá un nuevo paradigma en la manera de relacionarnos con las personas de nuestro entorno. En el amor no va a ser menos, de esta manera podrían verse afectadas las relaciones de pareja, tanto para bien como para mal.
Un lugar para salir de la monotonía
En ocasiones, el amor de numerosas parejas se desgasta por incurrir en la tan temida monotonía. Esta puede aparecer en aquellas relaciones que ya llevan varios años, dónde ya hay un sentimiento de complicidad con la otra persona y la llama de la pasión se va apagando poco a poco.
La aparición de estos mundos virtuales, puede suponer un nuevo estímulo en aquellas parejas que están cansadas de realizar siempre las mismas actividades. Además, estos mundos brindan la posibilidad de realizar diferentes actividades ya puedan ser en el mismo espacio físico o estando separados.
Seguramente, surjan modelos de negocio especializados en estos micronichos que guíen a la pareja a la realización de diferentes aventuras que fomenten el pasar un rato de lo más divertido y emocionante, siempre en consonancia con los gustos de la pareja.
Por ejemplo, se podría crear un paquete de actividades que permita a una pareja que siente pasión por los deportes de aventura, la posibilidad de poder practicar surf desde su casa para posteriormente, hacer un «Scape Room» y finalizar el día con una cena romántica con vistas paradisíacas en una isla desierta.
Las citas virtuales darán un giro de 360 grados
Las citas virtuales en un metaverso abren la puerta a un sinfín de posibilidades. La imaginación del ser humano conducirá a que se puedan vivir múltiples experiencias de aventura o románticas que pueden suponer el detonante de la formación de una nueva pareja con unos vínculos emocionales tan fuertes como los que se podrían sentir en la vida real.
En estos casos, también la tecnología estará muy presente. Se está trabajando sobremanera en el desarrollo de interfaces hápticas, centradas en trajes con sensores incorporados para proporcionar un tipo de «tacto digital», tan necesario para sentir cuando abrazas o tomas la mano del avatar de otra persona en el metaverso.
Un ejemplo de esto de cómo esta tecnología está en desarrollo es Kissenger, un tipo de dispositivo que permite a los usuarios enviar y recibir la sensación de un beso a través de un teléfono móvil. En estos casos, las relaciones a distancia podrían ser más llevaderas, dando lugar a un incremento de las mismas, cambiando muchos prejuicios de este tipo de relación.
La base se construye desde la educación sexual
La educación sexual es fundamental para que en un futuro se construyan relaciones de pareja sanas y estables. Con la aparición del metaverso y su papel en el amor, deberán rediseñarse las bases de una educación en la que nuevas variables aparecerán en escena.
El mayor peligro que entraña estos mundos es la posibilidad de enamorarse de un avatar imaginario y que exista una brecha enorme de apariencia física entre la persona real y el propio personaje. Por ese motivo, crear espacios virtuales sobre bienestar y salud sexual dentro del metaverso es clave para que los niños crezcan con la madurez necesaria para este nuevo mundo que les tocará vivir.