El mundo de las redes sociales supone un altavoz para mucha gente. Con sus cosas positivas y no tan buenas, ha inundado internet de sobreinformación. A la hora de invertir, es extremadamente peligroso basar decisiones en influencers, veremos el por qué.
Patrocinios de proyectos
Cuando los influencers tienen una gran cantidad de seguidores, pueden recibir ofertas de colaboración muy jugosas para patrocinar proyectos en sus comunidades. De hecho, existen diferentes grados de vinculación de los mismos con los proyectos publicitados.
El acuerdo más bajo que puede llegar un proyecto con un influencer suele ser la exposición por medio de alguna Instagram storie o a través de la mención o explicación del mismo a través de algún hilo de Twitter. También pueden haber sido objeto de promoción videos de Youtube.
Un grado de compromiso más alto del referente es cuando oficialmente se convierte en «Embajador de la marca«. En estos casos, suele recibir mucho merchandising del equipo, para que realice sorteos entre su comunidad y así fortalecer una visión prometedora del proyecto. Suele tener más contacto directo con miembros del equipo.
Por último, existe la posibilidad de que adquieran el rol de «Advisor», según el grado de experiencia y el número de seguidores. Este rol posibilita al creador de contenido asesorar en materia de marketing al proyecto directivo. A cambio, suele ser recompensados con tokens que los equipos directivos bloquean y destinan para este tipo de perfiles.
Criterio sesgado
La inversión de criptomonedas es un juego de suma cero en el que cuando una persona invierte dinero, debe existir su contrapartida que está vendiendo dicho activo. Muchos influencers, conscientes de ello, pueden recomendar determinados proyectos en los que previamente ya mantienen posiciones dentro.
Este tipo de jugadas son muy habituales. Para que una criptomoneda aumente de precio y así sacarle rentabilidad, es necesario que entre un volumen intenso de compradores. En ocasiones, si el proyecto es de baja capitalización se pueden realizar fraudes de «Pump and Dumps».
Un ejemplo de malas prácticas muy claro
Recientemente, ha salido a la luz un ejemplo muy claro de cómo una persona relevante en redes sociales puede influenciar negativamente en este tipo de inversiones. Se trata del famoso influencer americano Logan Paul y el proyecto de NFTs CryptoZoo.
Esta colección estaba integrada en un juego en el que personajes denominados «ZooKeepers», se podían intercambiar para mejorar la experiencia de usuario. Pues bien, los fundadores del proyecto se han fugado con todo el dinero y acusan a Logan Paul de haber sido consciente de todo este entramado. De hecho, ha programado un plan para compensar a los afectados.
Logan Paul@LoganPaulMy 3-step plan for CryptoZoo, including a $1.3M rewards program for disappointed players.Thank you, @coffeebreak_YT https://t.co/xFX017UHoc
03 de abril, 2024 • 05:09
32.7K
625
La ley y el usuario marcan la barrera
En España, conscientes de este problema, se aprobó en 2022 una ley en la que se establecían una serie de obligaciones, restricciones y prohibiciones a los influencers, streamers y bloggers para la regulación de la creación y distribución de sus contenidos, bajo amenazas de multas y embargos.
Sin embargo, este tipo de leyes, aunque ayudan, no atajan del todo el problema ya que siempre existirán resquicios y vacíos legales a los cuales los infractores podrán recurrir en caso de apuro. Por ese motivo, adquirir un criterio propio a la hora de invertir es la mejor inversión.
Este criterio propio podrá ser adquirido solamente a través de la formación y posterior ejecución y repetición de todo lo aprendido. Por tanto, si has decidido dar el primer paso, se libre de echar un vistazo de ver las formaciones en materia de inversión que imparte Conquer Cripto Club, de la mano de profesionales muy cualificados en el sector,