¿Por qué deberías invertir en cryptos antes que en otros activos?

¿Por qué deberías invertir en cryptos antes que en otros activos?

Iván Alfonso

El origen de las Criptomonedas y el fin con el que se crearon es uno de los grandes avances en los últimos 20 años. El sistema financiero tradicional ha ido perdiendo credibilidad con las últimas crisis, y las Criptomonedas surgieron como una alternativa en el sistema financiero del capitalismo.

Las Criptomonedas parten de un sistema descentralizado, es decir, los fondos y la confianza no recaen sobre una única figura central y los usuarios mantienen en todo momento el control de sus activos. Es un sistema el cual te permite hacer pagos de un modo alternativo, y utilizando el cifrado y resolución de bloques como método de identificación; por lo que se asegura el anonimato del usuario en todo momento y, de esta manera, se convierte en una de las formas más segura de pago. Es por ello por lo que, invertir en Criptomonedas se ha convertido en una tendencia al alza en los últimos 10 años. Cualquier persona está invitada a entrar en este mercado y, con los estudios pertinentes, conseguir generosas rentabilidades. Pero como todo en el mundo de las inversiones, es un terreno volátil y de riesgo que se debe estar dispuesto a asumir antes de entrar.

Variedad de proyectos

Como mercado en alza, ofrece un amplio abanico de oportunidades para todos los intereses. Actualmente, dispone de más de 10.000 proyectos crypto con una amplia variedad en tipos de tecnología. Por lo que siempre puedes entrar en su amplio abanico y encontrar una opción que encaje contigo.

Existen proyectos de lo más interesantes, desde Ethereum y sus Smart Contracts, hasta la moneda más loca con la cara de un Shiba.

Cambio de tendencia del sector tradicional

Es cierto que puede resultar extraño y arriesgado de un primer vistazo. A todos nos ha aterrado siempre lo que no nos resulta familiar y estamos programados para mantenernos dentro de la zona de confort, de lo seguro, de lo que nos permite sobrevivir más tiempo con el mínimo gasto de energía. Pero todo ello tiene su origen en la falta de conocimiento e información.

Hay una brecha generacional en este tema. Las generaciones más mayores son las que mayor desconfianza presentan ante las Criptomonedas y puede que a la hora de invertir se decanten más por valores refugio como el oro o la plata. Pero cada día son más los bancos, las empresas e incluso el propio Vaticano, los que empiezan a invertir en este sector. Además, varios países están aprobando el pago con Criptomonedas.

Los referentes que lideran los países están confiando en esta nueva industria, y aunque se trate de un camino nuevo y lleno de incertidumbre, hay que saber que la evolución siempre ha sido un camino incierto.

Seguridad

Como hemos comentado al principio, las criptomonedas son un sistema seguro debido a su extremo cifrado de datos. Son creadas con la tecnología Blockchain, es decir, las transacciones quedan registradas en una cadena de bloques y una vez allí pasan a ser inmutables, imposibles de falsificar. Su objetivo es transmitir a los inversores un gran sentimiento de seguridad.

A pesar de todo, nos encontramos en un terreno nuevo, abierto a intentos de robo y fraude. Hay que estar muy atento a evitar determinadas trampas:

  • Sitios web falsos: intenta verificar los enlaces de los Exchanges o plataformas en las que vayas a ingresar con tus fondos.
  • Estafas por redes sociales: cualquier mensaje automático pidiéndote que envíes criptomonedas por algún servicio es una estafa.
  • Suplantación de identidad del soporte técnico: el soporte jamás te pedirá tus claves o frase semilla para solventar cualquier problema que tengas

Definitivamente, nos encontramos ante un cambio socioeconómico. La flexibilidad y la infinidad de posibilidades que nos brinda internet, han desembocado en lo que podría ser un punto de inflexión en la forma de relacionarse. Las Criptomonedas podrían ser el fin definitivo del camino que todavía mantiene unido el Estado con los sistemas financieros de cada país. Definitivamente el poder económico recaería sobre cada individuo y sería regulado por el libre mercado.

Es cierto que la sociedad ha cambiado a lo largo de los siglos y, actualmente nos encontramos ante un momento histórico donde los cambios aparecen de una forma extremadamente acelerada y, por lo tanto, imprevisibles.

Estamos ante un gran cambio que no sabemos con exactitud hacia dónde va, pero desde luego, será un sitio que no nos imaginamos.

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