Juegos de cartas: el único género exitoso del gaming blockchain

Juegos de cartas: el único género exitoso del gaming blockchain

Pablo Pérez

El sector de los videojuegos dentro de blockchain en su primera fase, ha sido un fracaso estrepitoso. Tras la caída del mercado y las rentabilidades de los tokens de recompensa, los juegos más famosos han visto minorados su número de jugadores. En cambio, hay un tipo de juego que sigue manteniendo su atractivo. Sigue leyendo para saber más de él.

Los juegos de cartas coleccionables, ¿qué son?

Básicamente, son un tipo de juego en el que los jugadores compran y coleccionan cartas con diferentes habilidades y atributos. El objetivo depende del juego en particular, pero normalmente consiste en armar una baraja o mazo para posteriormente competir contra otros jugadores en partidas individuales y torneos organizados.

Una mano enseñando varios tipos de carta coleccionables.

Este género ha existido desde hace décadas y existe una enorme variedad de cartas. Actualmente, se coleccionan cartas de prácticamente cualquier cosa, pero hay barajas y juegos que han pasado a la historia como las Magic, Yu-Gi-Oh o del anime de Pokemon.

En blockchain, mantienen su hegemonía

Dentro de la web 3.0, este tipo de juegos son los que más jugadores tienen dentro de esta industria en construcción. Splinterlands, el juego más popular con una media diaria de 132.865 jugadores activos, tiene el 25,7% del número de jugadores de Hearthstone y el 37,2% de jugadores de Yu-Gi-Oh.

Fotografía de una batalla de cartas de Splinterlands.

Es la primera vez que un juego blockchain se puede considerar competencia real de un juego tradicional en su temática. De hecho, puede ser el género que impulse la adopción de las criptomonedas por parte de los amantes de los videojuegos. Aparte de este, Axie Infinity, Era7 y Tiny World también han contribuido a esta hegemonía.

¿Qué beneficios nuevos aportan?

Las cartas digitales a diferencia de las normales permiten que puedan ser alquiladas e intercambiadas de una manera más transparente y sencilla que en la vida real, donde los interesados tienen que ponerse en contacto presencialmente y confiar el uno del otro.

Además, las nuevas mecánicas del juego incentivan a los jugadores con recompensas que pueden ser intercambiadas por dinero según el nivel de habilidad del jugador. En el mundo real, sólo aquellos que se dedican profesionalmente a ello tienen la oportunidad de recibir ciertas remuneraciones recurrentes.

4 personas enseñando una copa que representa un trofeo.

Por otro lado, son capaces de generar una comunidad virtual muy comprometida con el juego porque permite conectar a personas con las mismas pasiones de diferentes partes del mundo. Posteriormente, estos grupos se pueden desvirtualizar por medio de la organización de quedadas, eventos que también son muy necesarios.

La versatilidad en las normas, un factor diferenciador

A menudo, los creadores de un juego de cartas tradicional, cuentan con ciertas limitaciones a la hora de crear variantes en el juego para que su historia no se vuelva demasiado monótona. Aunque es posible crear ligas y torneos con ciertas cartas específicas o por medio del incremento de la colección, todo se remite bajo un mismo patrón de juego.

En cambio, las cartas digitales en blockchain pueden ser totalmente las protagonistas. Por ejemplo, a partir de las mismas, se pueden crear personajes en 3D que puedan luchar en mundos virtuales o fusionar cartas para que, mezclados sus atributos, se originen nuevos protagonistas animados.

Foto de un guerrero con la cabeza de un león creado en 3D.

En definitiva, la emoción de coleccionar cartas únicas y la posibilidad de ganar dinero real son algunas de las razones por la que estos juegos han tenido tanto éxito. Si eres fanático de este tipo de juegos, la experiencia en el mundo blockchain se hace más enriquecedora.

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