En lo que va de año 2023, se está respirando un clima de euforia en todo lo que está relacionado con el ecosistema de Ethereum. El mercado acompaña y se avecina una nueva actualización y se desatará un suceso muy deseado por muchos inversores. Además, los protocolos de staking líquido están mejorando sus registros gracias lo que veremos a continuación.
Una solución muy necesaria
Los protocolos de staking líquido están viviendo uno de sus meses más rentables desde que aparecieron en escena. Lejos quedan ya los problemas de paridad con el ether ocasionados por liquidaciones masivas, inevitables en esos momentos por las malas prácticas de los principales actores del mercado.
Este tipo de proyectos, vieron la necesidad de que bloquear los $ETH durante más de dos años carecía de sentido alguno, ya que el coste de oportunidad a la que se exponían los inversores era demasiado alto. Esto desincentivaba a que contribuyeran para mejorar la seguridad de la cadena y dificultaban la correcta migración.
Por tanto, con la creación de activos líquidos que se pudieran intercambiar 1:1 por el activo original, solucionaban el problema de manera muy sencilla y eficaz. En este sentido, se han posicionado protocolos como Lido finance, Frax finance y Rocket Pool.
Las cifras mejoran cada día
Según datos de Dune Analytics, el número de ethers depositados en validadores no para de aumentar en lo que va de año. Como se observa en la gráfica, se ha alcanzado el volumen máximo de ether stakeado con un total de 16 millones de $ETH. Esto supone que casi el 14% de la oferta en circulación está en staking.
Lido domina el mercado
El protocolo con mayor cuota de mercado sigue siendo Lido, ya que posee el 29,3% de los ethers bloqueados. A continuación, le siguen compañías que ofrecen este servicio de manera centralizada como los exchanges Coinbase, Kraken, Binance.
Dentro del ecosistema DeFi, se dispara también el total valor bloqueado (TVL) de Frax Ethereum (FrxETH), el token líquido de ether que aumentó un 77% el mes pasado, hasta alcanzar los 144 millones de dólares, según datos de DefiLlama.
¿A qué se debe toda esta euforia?
Este incremento del staking viene a raíz de la proximidad de la última actualización de Ethereum denominada Shanghái. En ella, el usuario va a poder recuperar sus ethers originales. Algunos de ellos llevan más de dos años esperando este momento.
Por eso, el riesgo de que los tokens sintéticos sufran cualquier tipo de pérdida de paridad se diluye notablemente debido a la cercanía de este momento. En cambio, todos los datos indican que se seguirán utilizando, ya que los tokens de gobernanza de los principales protocolos no han parado de subir como se muestra en la siguiente imagen.
A medida que más Ethereum se decida depositar en estos protocolos, más capacidad de generar beneficios tendrán ya que se adjudican una comisión de las recompensas recibidas por el staking. Esto puede derivar en que puedan recompensar a sus holders con algún porcentaje de sus beneficios.
Una jugada perfecta
En definitiva, este buen momento de estos protocolos seguirá alargándose, aunque decaiga la euforia inicial en cuanto a las subidas estratosféricas en su precio. Una vez mitigado el riesgo de la paridad, el siguiente reto es evitar posibles bugs que hagan que se pierda la confianza en este tipo de activos derivados, bastante interesantes.