En un mundo donde se supone que la descentralización prima, y parece que todo lo que no sea descentralizado es malintencionado o poco fiable, las decisiones de algunos proyectos como Ethereum están en unas pocas manos.
Aunque muchos crean que todas las criptomonedas son descentralizadas, esto no es así. Bitcoin es la única que si es descentralizada en cuanto a que no hay una persona que tome las decisiones de toda la red, pero sin embargo, la segunda mayor criptomoneda del mercado, Ethereum, no es tan descentralizado como muchos creen que es.
El 50% en manos de 2 carteras
En Ethereum, para tomar decisiones de las gestiones de la red como por ejemplo la validación de bloques, se necesita tener votos mediante la obtención de lo que se llaman nodos. Los nodos están distribuidos a lo largo del mundo, en el caso de Ethereum, a la salida de El Merge, los nodos estaban muy centralizados, casi el 50% de los nodos estaban albergados en 2 direcciones.
Santiment@santimentfeed📊 According to our #Ethereum Post Merge Inflation dashboard, 46.15% of the #proofofstake nodes for storing data, processing transactions, and adding new #blockchain blocks can be attributed to just two addresses. This heavy dominance by these addresses is something to watch. https://t.co/KQdFNgGloD03 de abril, 2024 • 05:10
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Se sabe que una de las dos direcciones es la pool de staking de Lido Finance, mientras que la otra dirección no se sabe de dónde es.
¿Dictadura mala o para el bien del pueblo?
Esto es algo que también pasa en otras criptomonedas. El CEO de Binance, CZ, alberga también la mayoría de los nodos BNB. Este tipo de centralizaciones en muchas ocasiones se perciben como algo negativo, ya que las manos fuertes que controlan estas pools de staking pueden hacer del token una dictadura benévola.
Sin embargo, a veces esta centralización tiene aspectos positivos, y es que si la toma de decisiones las hace gente experta (como podemos considerar a CZ o Vitalik Buterin), las decisiones seguramente sean mejores que si las hacen muchos pequeños usuarios que no son entendedores de la situación en su totalidad o que no entiende en profundidad las cuestiones claves. Además, agiliza el proceso de toma de decisiones, por ejemplo, si BNB sufre un hackeo, o un token sintético como aBNB sufre un hackeo, si las decisiones están centralizadas y se toman con rapidez, se pueden bloquear fondos o paralizar la red.
Al final y al cabo, cuando compramos este tipo de criptomonedas, hemos de ser conscientes de que el poder está en unas manos muy pequeñas. Sabiendo quienes son y que historial tienen esas personas, el usuario debe de ser el que tome la decisión de confiar en el proyecto o no. Si decide comprar el token del proyecto en cuestión, ha de tener plena confianza en que el propietario de las carteras más potentes del token, no va a hacer un mal uso del mismo.
Este modelo se considera un depósito de confianza en la(s) persona(s) a cargo del proyecto. En cierto modo, es lo que sucede en el mundo de las finanzas tradicionales, donde unas manos fuertes controlan el dinero fiduciario y todas las políticas monetarias de la moneda en cuestión. Sin embargo, estas monedas son las que hemos de utilizar en nuestro día a día. En el caso de Europa el euro con total confianza en el Banco Central Europeo, y en el caso de Estados Unidos el dólar estadounidense con total confianza en la FED.