Estamos a pocos días de acabar el año y ya es posible hacer un balance general de todo lo que ha deparado el mercado de las criptomonedas. Ha sido un año en el que, aunque la adopción institucional y de usuarios se ha aumentado, también lo ha hecho el fraude y las estafas. Veamos más en profundidad esto último.
Alrededor de 350 tokens estafa creados por día
Según Solidus, compañía de monitorización de estadísticas de la Blockchain, cerca de 118.000 tokens scam han sido creados en lo que va de año 2022, concretamente hasta finales de noviembre. Esto hace que más de 350 tokens por día hayan sido creados para defraudar a millones de inversores.
En un informe presentado por la propia compañía, esto se traduce en un incremento del 41% respecto a los 83.400 tokens fraudulentos detectados en el año 2021. Sin duda, razones de sobra para que los reguladores vean el espacio criptográfico como un mercado en el que poner su ley y su orden.
Según las estadísticas la BNB Chain es la cadena de bloques en la que más tokens BEP-20 en proporción no tenían utilidad real y eran maliciosos, más concretamente el 12% de los mismos. El fácil acceso a la creación a la distribución por medio de comisiones ínfimas, ayudaba a la proliferación estos «tokens basura».
Como dato adicional y sorprendente, un 8% de los tokens de la red de ethereum, también han sido catalogados como estafa. Aunque los costes de minteo y generación de tokens son algo más caros que en la BNB, el potencial beneficio puede ser mucho mayor por el simple hecho de que tiene un mayor TVL y unas garantías de seguridad que pueden despistar a muchos inversores.
«La criptoestafa más popular»
Durante este año, el tipo más común de estafa ha sido el «honeypot». Este token está creado por un contrato inteligente que impide a los compradores vender sus tokens adquiridos. Uno de los más famosos ha sido el token $SQUID que hizo que sus desarrolladores recaudasen más de 3,3 millones de dólares.
En este caso, gracias al tirón de la serie de «El juego del calamar», consiguieron engañar a muchos inversores con falsas promesas y una vez el token alcanzó un precio elevado, los fundadores anónimos vendieron gran parte de la oferta de tokens, provocando el desplome del precio a 0 y huyendo con el resto del dinero, algo también conocido como «rug pull».
Este tipo de robos también es muy común en exchanges descentralizados, ya que el anonimato es total a no tener que pasar un KYC (Know Your Customer). Además, se le añade la falta de regulación y protección al inversor que deja impune al infractor y desamparado al inversor.
Más estafados por scams que por empresas en quiebra
Otro dato curioso que refleja la nula seguridad del sector, es que hay casi más de 2 millones de inversores que han perdido dinero en estafas desde septiembre de 2020. Este dato supera a los 1,8 millones de usuarios afectados por las plataformas de criptomonedas en bancarrota como FTX, Celcius o Voyager.
Esto pone de manifiesto que el sector cripto y sobre todo, el de las Finanzas Descentralizadas se encuentra en una fase poco madura. Todo esto se soluciona mediante la formación, ya que, aunque siempre existe el riesgo de caer en un hackeo, el riesgo de estafa casi se minimiza por completo con una buena educación financiera.