Alrededor del sector de las criptomonedas, han proliferado multitud de negocios que prometen alcanzar la tan ansiada libertad financiera con tan sólo darle a un botón e invertir un puñado de dólares o euros. Este tipo de «negocios milagro», son irreales y suelen aprovecharse de gente que suele pasar penurias económicas y con escasa o nula educación financiera.
Por otro lado, la promesa de jugosas ganancias en poco tiempo también incita a personas que están en mejor situación económica, a depositar un excedente de dinero que quizás no se pueden permitir, cegados por la avaricia y las ansias de enriquecerse prematuramente.
Por estos motivos, es esencial saber identificar todos aquellos puntos débiles o «red flags» de ciertas actividades financieras, por lo que ahorrarás mucho dinero y disgustos a posteriori. Conozcamos algunos de ellos.
Promesa de rentabilidades garantizadas muy elevadas
Muchas de estas estafas garantizan unas rentabilidades desproporcionadas y de manera recurrente en el tiempo. Todas las inversiones y negocios del mundo están sujetas al riesgo y a la incertidumbre, por lo que es inviable obtener un porcentaje de retorno fijo en el tiempo, más aún si se dedican a alguna actividad alrededor de un mercado tan volátil como el de las criptomonedas.
Además, han existido compañías que han prometido rentabilidades en torno al 2% diario o 30% mensual, eximidas de riesgo alguno. Un ejemplo que sirva de referencia en este aspecto son Warrent Buffet y George Soros, dos de los inversores más reputados del mundo, han conseguido una rentabilidad media anual del 23% en 65 años, cifras situadas a años luz de las de estas empresas.
Bloqueos de capital y afiliación
Estos puntos son absolutamente claves para detectar un fraude de este estilo y se encuentran estrechamente relacionados con los anteriores. Por norma general, estos bloqueos de capital del capital inicial invertido durante unos meses auguran que no existe actividad económica que respalde los retornos generados, ya que el dinero recaudado es utilizado para pagar a los inversores más veteranos.
Para seguir sosteniendo este tipo de esquemas, se necesita que cada vez más personas se incorporen al negocio para sostener lo que se conoce como la base de la pirámide. Para ello, suelen emplear un sistema de referidos muy agresivo de diferentes niveles para que el ritmo de crecimiento exponencial no decaiga y la estafa perdure en el tiempo.
Esto implica que muchos inversores posteriormente, se convierten en comerciales profesionales, incentivados por los grandes beneficios de este sistema y por las formaciones que brinda la empresa. De hecho, cualquier negocio regulado y serio no ofrecen reuniones para explicar su sistema y explicar la oportunidad de negocio.
Falta de transparencia
Como regla general, la actividad económica con la que generan rendimientos nunca se explica de manera clara y transparente. Suelen carecer de auditorías externas que verifiquen dicha actividad lucrativa y emplean páginas web con diseños y estructura muy poco profesionales.
También no suelen mostrar datos sobre la experiencia pasada y bagaje de los directivos y con mucha probabilidad, han estado relacionados con negocios fraudulentos en el pasado.
Por último, suelen carecer de oficinas físicas y estar ubicados en paraísos fiscales, aprovechándose de ciertos vacíos legales existentes en el mercado de las criptomonedas.