El mercado cripto, aunque pueda parecer lo contrario, es muy predecible en ciertos aspectos. En una tendencia alcista, suelen surgir modas en diferentes nichos que suelen que implican que diferentes tokens o proyectos alcancen precios desorbitados que acaban finalmente por sufrir severas correcciones.
Durante estos períodos, se genera una euforia desmedida en la que participan inversores poco cualificados, atraídos por las enormes rentabilidades que se producen. De hecho, se genera un fenómeno similar a las burbujas. Algunos nichos fueron los siguientes:
DeFi
El mundo de las finanzas descentralizadas tuvo su gran apogeo durante el año 2021. El sector, según muestra el gráfico de DeFiLlama, pasó de albelgar 600 millones dólares de valor total bloqueado a alcanzar un pico de 179 mil millones de dólares. Durante el mismo, surgieron multitud de exchanges descentralizados, plataformas de lending & borrowing y otros muchos protocolos.
Sin embargo, la verdadera burbuja fueron los exchanges descentralizados que usaban sus tokens nativos como recompensas a los usuarios que aportaban liquidez en los diferentes pares. En esa época los rendimientos podían alcanzar un 20% anual en algunos meses, aunque iban disminuyendo conforme entraban más usuarios dentro del pool.
Por otra parte, estas copias solo aguantaron durante el bull market e igual sus tokens, ya que estos últimos eran demasiado inflacionarios y presentaban una presión bajista enorme, ya que se intercambiaban por otras monedas más estables.
NFT
Sobre este, se generó una oleada de optimismo extremo alrededor de colecciones que básicamente, representaban imágenes que se podían poner de cualquier foto de perfil. Aunque algunas colecciones como la archiconocida Bored Ape Yatch Club supo explotar otras vías para generar utilidad, aparecieron réplicas que igualmente eran compradas a precios muy altos.
Casi siempre existía un nuevo comprador que estaba dispuesto a pagar más por tu NFT. La demanda estaba muy extendida y fue de nuevo el inicio del mercado bajista el que hizo que toda esta euforia por colecciones sin sentido se desplomara y se volviesen ilíquidas.
Play 2 Earn
El sector de los videojuegos “Jugar Para Ganar” se originó en el 2021. La mayoría de ellos, eran plataformas de yield farming camuflados de juegos, ya que con solamente clicks se generaban tokens de recompensas que generaban altas rentabilidades. Aparte, eran juegos de suma 0 por lo que si no entraban nuevos jugadores no eran sostenibles como así fue.
Un ejemplo del mismo fue MyDefiPet, juego en el que se poseía una serie de mascotas, que se entraban y competían con otros jugadores. Existía un token necesario para comprar mascotas en el ecosistema y en el que se ganaban recompensas. De hecho, tras el poco desarrollo y pasado la moda, este token pasó a no valer nada como se observa en el gráfico.
Metaversos
Desde antes que Facebook anunciara su incursión en este nuevo recurso, dentro del mundo cripto ya había existido cierto hype con los metaversos. Un buen ejemplo de ello, es Blocktopia, un metaverso que no contaba con el suficiente desarrollo que hizó ganar mucho dinero a inversores privados en su lanzamiento, como muestra el gráfico de su token.
En cambio, como en el resto, estos metaversos están siendo muy descuidados ya que no aportan el entretenimiento suficiente ni la tecnología puntera de realidad virtual para crear experiencias inmersivas que merezcan la pena. A raíz de ahí, la valoración de todos ellos se ha desinflado.
Conclusiones finales
Este fenómeno no implica que estos sectores tengan un potencial enorme y crezcan a lo largo del tiempo, ya que cuando sean más maduros, aportarán un valor real a la sociedad. Simplemente, han tenido un crecimiento exponencial de acuerdo a expectativas emocionales y no reales.