Las criptomonedas son productos digitales que pueden utilizarse para multitud de cosas, debido a que son programables por diseño. Sus aplicaciones pueden ser prácticamente ilimitadas. En cambio, trata a las criptodivisas principalmente como activos financieros. Así lo refleja un estudio reciente de Coingecko donde se desgranan los casos de uso más populares.
Inversión a largo plazo
Alrededor del 93,9% de las personas que holdean criptomonedas y contestaron al estudio, afirmaron que utilizan las criptomonedas como forma de inversión a largo plazo. Esto no es nada extraño ya que mucho de los tenedores poseen Bitcoin, que es considerado como oro digital y las expectativas de revalorización por sus características son muy altas.
Aparte del Bitcoin, los inversores también acumulan otras criptomonedas como instrumentos para aumentar su patrimonio financiero. A diferencia de Bitcoin, suelen rotar entre diferentes según el momento de mercado, debido a la constante evolución del mismo que rápidamente deja obsoletas tecnologías que antes eran punteras.
Staking
El 88% de los inversores explicaron que habían puesto algunas de sus criptomonedas de su portafolio en staking. Esta actividad consiste en bloquear una cantidad de monedas en un nodo validador, para que este pueda asegurar la red y validar las transacciones. Por este trabajo, recibe parte de las monedas generadas, generando así una especie de ingresos pasivos.
Esta actividad ha tenido una muy buena adopción entre toda la comunidad debido a la aparición de métodos sencillos para comenzar a realizarlo, así como el poco esfuerzo que requiere para ganar esas recompensas. Además, criptomonedas de alta capitalización de mercado como BNB, DOT o ETH ofrecen bastante buenas rentabilidades sin necesidad de arriesgar capital.
Pagos
Los pagos con criptomonedas es la tercera utilidad más valorada, con una mayoría del 84,5% que ha utilizado las criptomonedas para realizar algún pago. Aunque las criptomonedas ofrecen formas de pagos adicionales a los comercios, las oportunidades de adquirir bienes y servicios sigue siendo limitada en comparación con el fiat.
Lo más común es que más de la mitad que afirman haber realizados pagos con criptomonedas, lo han realizado de forma muy puntual y ocasional. Aunque gracias a los exchanges existen tarjetas que convierten automáticamente en el momento del pago las criptomonedas a fiat, el pago con estos activos sigue asociándose con delincuencia y actividades dudosas, lo que disuade a mucha gente.
Especulación en el corto plazo
Al menos el 81% de los encuestados que poseen cripto, han especulado con los precios en plazos cortos de tiempo. Las características de volatilidad de mercado, junto a catalizadores irracionales como los tweets incentivan a mucha gente a buscar ganancias rápidas, a veces sin ser conscientes de los riesgos asociados.
Además, también facilita que cada día surjan numerosas oportunidades con proyectos nuevos ideales para especular, a la vez que las barreras de entradas son muy bajas. Por último, la mayoría de inversores suelen ser jóvenes, por lo que la tolerancia a las pérdidas y al riesgo es mayor.
Datos que reflejan la etapa temprana del sector
Como se ha mostrado, la mayoría de los criptoactivos se ven como un activo de inversión o especulación. Pero el ecosistema tiene que seguir evolucionando para que observen la utilidad que tienen dentro de ciertos ecosistemas, ya que el valor de estos últimos repercutirá en su token.