Hasta hace poco, Bitcoin era una cadena de bloques en la que su actividad principal consistía en el registro e intercambio de su criptomoneda nativa bitcoin. Pero tras la acuñación y diferenciación de satoshis en los que se integran NFTs, todo esto ha evolucionado a la creación de multitud de tokens. Veamos cómo ha sido posible.
Un estándar BRC-20 dentro de Bitcoin
En marzo de 2023, un desarrollador conocido como @Domo en Twitter, se aventuró a desarrollar de manera experimental un estándar con la misión de poder transferir tokens fungibles en la cadena de Bitcoin, algo insólito que asombró a toda la comunidad.
Estos tokens se crean gracias a la inscripción de datos tipo JSON que se adhieren como parte de una transacción del satoshi marcado de por vida. Una vez creada esta inscripción, se puede verificar el token BRC-20 a través de exploradores específicos que tenga soporte para los NFTs Ordinals.
Este tipo de tokens no están preparados para interactuar con contratos inteligentes y existen billeteras especializadas. A día de hoy, este tipo de tokens no tienen una utilidad más allá de aportar algo de novedad a la blockchain de Bitcoin, incrementando los ingresos de los mineros.
La evolución hacia los contratos inteligentes
Actualmente, la curiosidad por ver nuevas funcionalidades sobre la rigidez de Bitcoin está alcanzando nuevos hitos. Trustless Computer, una compañía dedicada al desarrollo, ha desplegado recientemente contratos inteligentes similares a la versión 2 de Uniswap.
Este nuevo hito supone que, sobre Bitcoin, se pueda crear una máquina virtual Turing-Complete, facilitando que desarrolladores puedan crear aplicaciones descentralizadas como intercambios, NFTs y protocolos de comercio y préstamos al más puro estilo DeFi de Ethereum.
También es posible crear nuevos tokens bajo el estándar BRC-20, cambiando el nombre de los tokens creados dentro del protocolo Ordinal como tokens Ordinals BRC-20. Todo este desarrollo ha sido posible gracias a la actualización Taproot de 2021, que hizo posible la incrustración de datos casi ilimitados utilizando funciones Opcodes.
La aparición de un mercado de Shitcoins
Todo este desarrollo junto el resurgimiento de la nueva memecoin $PEPE en el espacio de Ethereum, ha impulsado la creación de un mercado dónde poder intercambiar diferentes tokens que aparentemente está ideados solamente para especular. Por ejemplo, hay una moneda llamada $FLOW que se ha revalorizado un 5.184,67%.
Para poder acceder, es necesario crearse una TC wallet, que está vinculada directamente con Metamask y añade a su vez la red TC. Una vez creada, hay que reclamar tokens $TC para pagar el gas y enviar bitcoins a la dirección generada en la misma wallet.
Los mineros son los más beneficiados
El frenesí de estos tokens, ha hecho que el número de transacciones de bitcoins adquirieran menos relevancia. Además, el aumento de estas transacciones de tokens BRC-20 ha disparado las comisiones de los mineros, generando en el último mes aproximadamente 109,7 bitcoins adicionales como enseña el siguiente gráfico.
De hecho, todo este movimiento de memecoins genera mucha controversia entre los entusiastas de Bitcoin, que observan como se desvía de su función y propósito original perjudicando la velocidad ya de por si lenta de las transacciones. Sin embargo, parece que esta nueva utilidad que ha aparecido en forma de moda, está preparada para quedarse.